SS de Kei Karuizawa: El Traje de Baño y La Piscina
Kei Karuizawa y la Piscina: Un Encuentro Inesperado

“¡Qué barbaridad! De verdad, este tipo es lo peor,” pensé, con el ceño fruncido mientras miraba a Kiyotaka. ¿En serio me acaba de dar una orden? “Ponerte un traje de baño,” ¡ja! Como si fuera un títere. “Te odio totalmente,” le solté, aunque sabía que era como hablarle a una pared. Él nada más me miraba con esos ojos que no expresaban nada, ¡qué impotencia!
“Tu decides si me obedeces o no,” dijo, como si fuera tan sencillo. ¿Qué iba a hacer? ¿Ponerle peros? ¡Claro que no! Él siempre se sale con la suya, con esa forma tan… tan… (No sé ni cómo describirlo, solo sé que me enerva). “Entiendo,” le respondí, con un suspiro de resignación. Me quité la camiseta y ahí estaba, mi traje de baño, listo para el show. (¿Por qué diablos me pongo un traje de baño debajo de la ropa en primer lugar? Ah, sí… por si este tipo me da un ataque de “necesito ver a Kei Karuizawa en traje de baño”).
Kiyotaka me inspeccionó, como si fuera una pieza de museo. “Quizás sea la única vez que uses traje de baño,” comentó. (¿Qué se cree, que me la paso en traje de baño todo el día? ¡Por Dios!). Sentí que la sangre me hervía. Siempre es así con él, una mezcla de fastidio y… no sé, una rara expectativa.
El Plan de Kiyotaka: ¿Manipulación o Estrategia?
Luego, sin previo aviso, me agarró del brazo y me empujó a la piscina. (¡Ah, pero qué es esto! ¿Se cree que soy un objeto?). El agua estaba helada, ¡puaj! Pero mientras emergía a la superficie, pude ver que él estaba observándome, analizando mi reacción, como si fuera un experimento. (Este tipo siempre está planeando algo. ¿Será que soy parte de sus planes también?). A veces siento que él me ve diferente, como si supiera algo que yo no. Esa sensación me hace sentir rara, vulnerable, pero a la vez… hay algo que me atrae.
Pero a ver, ¿en qué momento me convertí en la marioneta de este tipo? Antes, cuando estaba con Hirata, era la reina, la que controlaba la situación. Ahora, en cambio, me siento como si estuviera en una montaña rusa, subiendo y bajando a su antojo. Sé que él es diferente, muy diferente al resto, pero a veces me pregunto si vale la pena. ¿Por qué lo sigo? ¿Por qué lo obedezco a pesar de que me molesta tanto?
(¡Ah, Karuizawa, qué te pasa! ¿Estás pensando demasiado en este tipo?). Decidí ignorarlo, al menos por ahora. Salí de la piscina, me sequé con la toalla y traté de recomponer mi imagen de chica cool. Mientras me alejaba, no pude evitar mirar hacia atrás. Él seguía ahí, parado junto a la piscina, con esa expresión inescrutable. Una parte de mí deseaba entenderlo, mientras que otra simplemente quería salir corriendo.
Un Año de Incertidumbre y Emociones
Este año en la escuela es una completa locura. Los exámenes especiales, las intrigas de clase, Kushida con su doble cara (¡qué miedo!), y ahora, mi relación con Kiyotaka… (o más bien, mi casi-relación porque él no me ha dicho nada). Todo es una mezcla de incertidumbre y peligro, pero también hay algo emocionante en todo esto.
No sé qué va a pasar mañana, pero sé que no voy a dejar que Kiyotaka me manipule tan fácilmente. (Bueno, al menos no siempre, quizás… ay, no, mejor me callo). Voy a tener que jugar con mis propias cartas y ver hasta dónde puedo llegar.
Palabras del Autor (Syougo Kinugasa):
Hola a todos, Syougo Kinugasa aquí. Hmm, este volumen es todo un viaje, ¿verdad? Karuizawa está pasando por un montón de cosas, ¡pobre! (O quizás no tan pobre, ella es fuerte, a su manera). Es interesante ver cómo ella lidia con Ayanokouji, ¿verdad? Esa dinámica entre ellos es un misterio incluso para mí. A veces pienso que tengo todo planeado, pero luego ellos hacen algo inesperado y me dejan con la boca abierta. (Es como cuando uno está escribiendo y de repente los personajes deciden irse por su cuenta). Bueno, ¡a seguir escribiendo! A ver qué pasa en los próximos volúmenes. Espero que disfruten leyendo la historia tanto como yo disfruto escribiéndola. ¡Nos vemos!