SS de Horikita Suzune: Pragmatismo y Responsabilidad

SS de Horikita Suzune: Pragmatismo y Responsabilidad (Primer Año, Volumen 2)

La habitación estaba sumida en un silencio denso. Afuera, la noche se extendía como un manto negro, punteada por las luces parpadeantes de la ciudad. Yo, Horikita Suzune, permanecía inmóvil en mi escritorio, repasando una y otra vez los eventos del día. Sudou suspendido, la amenaza de expulsión cerniéndose sobre él como una espada afilada… y mi plan, frío, calculador, para salvarlo.

(No, no solo para salvarlo. Para salvar a la clase. Para asegurar nuestro ascenso a la Clase A).

La verdad era un gusano retorciéndose en mi estómago. Había manipulado, negociado, incluso amenazado para conseguir lo que quería. Había utilizado a Ayanokouji, con su perspicacia y su perturbadora habilidad para anticipar cada movimiento. Había jugado con las emociones de Kushida, con su sentido de justicia y su inquebrantable lealtad hacia Sudou. Y al final, había doblegado a Sakagami-sensei, forzándola a aceptar mis condiciones.

(Un sabor amargo en mi boca. ¿Era este el camino a la cima? ¿Un camino pavimentado con la moralidad pisoteada y la manipulación como herramienta principal?).

Recordé las palabras de mi hermano, Horikita Manabu, resonando en mi mente: “La Clase A no es un lugar para los débiles de corazón, Suzune. Requiere sacrificios. Decisiones difíciles.” Sus palabras, antes tan frías y distantes, ahora resonaban con una nueva profundidad.

El peso de la responsabilidad se asentaba sobre mis hombros como una losa. La clase, con todas sus imperfecciones, con sus miembros tan dispares… ahora dependía de mí. De mi capacidad para liderarlos, para tomar decisiones, incluso las más desagradables, para asegurar nuestro éxito.

(Y sin embargo… una parte de mí se rebelaba. ¿Era este el tipo de líder que quería ser? ¿Una persona fría, calculadora, dispuesta a todo con tal de alcanzar la victoria?).

Cerré los ojos, aspirando una bocanada de aire. La imagen de Sudou, con su rostro desencajado por la desesperación, se grabó en mi mente. Su súplica, su promesa de cambiar, su confianza ciega en mí…

(No puedo permitirme flaquear. No ahora. No cuando he llegado tan lejos).

Pero una semilla de duda había sido plantada. Una duda que susurraba en mi oído, cuestionando mis métodos, mi determinación, mi propia esencia.

El camino hacia la Clase A se extendía ante mí, largo y tortuoso. Pero ahora, por primera vez, no solo veía la gloria de la cima, sino también el abismo que se abría a mis pies. Un abismo de pragmatismo, de sacrificio, de decisiones que erosionaban mi propia alma.

Y en ese momento, en la quietud de mi habitación, me di cuenta de que el verdadero desafío no era solo alcanzar la Clase A, sino hacerlo sin perderme a mí misma en el proceso.

Palabras del Autor

Hmm, la lucha interna de Suzune es un tema que siempre me ha fascinado. Su determinación inquebrantable, su inteligencia fría… y debajo de todo eso, una pizca de vulnerabilidad, de duda. Sí, creo que ahí reside la verdadera esencia de su personaje. Veremos cómo se desarrolla en los próximos volúmenes, ¿no? Después de todo, el camino hacia la cima está lleno de sorpresas.

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